Del otro lado del rio... Siguiendo el curso de la vida....


El encuentro con mi espiritualidad ocurrió en el día que tuve contacto conmigo misma. Vivía en un mundo superficial, decía amar, y realmente amaba, pero no lo sentía con todo mi corazón, con mi alma… Hasta que un día sentí el dolor con todo mi cuerpo y fue a partir de ahí que encontré mi verdadera alegría. Me permití sufrir… caer hasta el fondo. Un día, mi psicóloga, maestra ecuatoriana, quien fue mi guía para encontrar el nuevo camino que se trazaba delante mío, me preguntó: ¿Por qué no te permites sufrir? ¿Por qué hay que mostrar fortaleza cuando en la verdad estás débil? Ese momento fue un choque, me di cuenta que realmente no me permitía sentir con toda la intensidad todo el sentimiento, y todo el dolor. Estaba en un lado del río, donde todo parecía seguro, pero nada era. Tenía el control sobre el curso de un rio que creía se llamaba Fuerza. Era mentira.

Poco a poco, fui sintiendo cosas que no sabía explicar. A los dos días del pasaje de Francisco para otra dimensión, un papelito voló con el siguiente mensaje: aproveche el hoy, porque mañana puede ser que nunca llegue. Ahora ¿cómo explicar que un papel vuele con el mensaje que Francisco siempre quiso pasarme? Ese fue el primer contacto con un mundo desconocido, inexplicable, en que el Aquí y el Allá tenían una puerta muy frágil… Podría estar aquí y podría estar Allá, en un segundo…

Y de ahí, empezaron a ocurrir cosas… mensajes que llegaban del más allá, sensaciones de abrazo, sueños con mis seres amados que ya no estaban en el cuerpo físico…. Voces que daban mensajes… sentimiento del perdón, de amor, de paz… que me transmitían seguridad de que la vida tenía que seguir. Esa era la única seguridad que yo tenía…

Empecé a abrirme para la vida, a sentir las emociones con el alma, a reconocer el miedo, cuando tenía miedo, el amor cuando realmente amaba, el dolor cuando me dolía, la alegría, cuando la sentía…

El inicio fue difícil, tuve contacto con mis mayores miedos, tenía miedo de recibir mensajes, tenía miedo de convivir con lo inexplicable. No sabía como lidiar con ello…. Pedí ayuda, y las fuerzas divinas empezaron a concatenar un camino más real. Empecé a aceptar mi mediumnidad, y fue en ese momento que crucé para el otro lado del río. Empecé a convivir con el miedo, ¿por qué no tener miedo? ¿Por qué no sentir tristeza? Así era la vida… y empecé a tener la seguridad de que todo, pero todo, siempre pasaba por algo. Acepté que el río siempre sigue su curso, y que hay que aprender a largarse, soltarse, a sentir el agua chocando en tu cuerpo… solo hay que darse el espacio, solo hay que darse el derecho de simplemente sentir….

Comentários

  1. Oi Carolinda! Cheguei de férias! Que boa notícia saber deste blog! Você escreve muito bem, nos dois idiomas e tenho certeza que, antes de tudo, será uma aventura maravilhosa!
    Você já asssitiu o desenho "Up", da Disney? Não perca. Fala dos recomeços ...de uma maneira muito doce. Beijos, Fabi

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